lunes, 14 de septiembre de 2009

Carlos Castilla del Pino

"Enseñó a pensar de manera inteligente y productiva: productiva de cara a hacer sujetos felices y no esclavizados ni al miedo ni a la autoritaria superstición de la religión o la fe. Por eso está entre los ácidos corrosivos de la deformación escolar y ambiental que padeció su propia generación biológica: desacomplejó en secreto a muchos lectores de su misma edad, o ayudó a hacerlo con sus libros, pero sobre todo puso el listón de la racionalidad en un nivel sin retroceso, irreversible. Después ya no hizo falta sacarse de encima un montón de pudores, falsas reverencias, claudicaciones a la hipocresía cínica y a los solemnísimos embustes de capellanes y obispos."

Dice Jordi García de Carlos Castilla del Pino en "El don de la memoria", El País, 12-09-09 (Acceder al texto).


El artículo que se refiere también a Antonio Rabinad, dice más adelante:

"Los dos libros sin embargo se han quedado, o se quedarán, como clásicos contemporáneos: dictados por el orgullo de decir lo cierto y verdadero más allá de las convenciones sociales, que tantas veces no compartieron o impugnaron sin más, como si entre las razones literarias estuviese la sublevación ante la superchería."



Carlos Castilla del Pino en Wikipedia


Mi reflexión:
La superchería evoluciona. Tan irracional, si es desvelada, pero tan poderosa y arraigada miestras no lo es. Y tan polifórmica y líquida. Necesitamos personas que cumplan el papel que en su momento cumplieron gentes como Carlos Castilla del Pino.

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